miércoles, 16 de junio de 2010

satelites de orbita terrestre baja

satelites de orbita terestre baja










Un satélite en órbita terrestre baja
circunda la tierra muy de cerca. Los satélites en una órbita terrestre baja son sólo de 200 500 millas (320 a 800 kilómetros) por encima de la Tierra. Los satélites en órbita terrestre orbitan muy cerca de la Tierra con respecto al GEO y MEO, por lo que deben viajar muy rápido para que la gravedad no las tire a la atmósfera. satélites LEO viajar a una velocidad de 17.000 kilómetros por hora, a esta velocidad de un satélite puede rodear la tierra de aproximadamente 90 minutos. Una órbita terrestre baja puede ser crucial para algunas aplicaciones, tales como los satélites meteorológicos y de teledetección. Esto se debe a que a esta altura que puede capturar imágenes muy detalladas de la superficie de la Tierra, que no se puede hacer en una órbita más alta. Existe cierta preocupación acerca de tener tantos satélites y objetos en órbita terrestre baja. En su forma actual es muy concurrida con muchos objetos y escombros que se mueve a velocidades muy altas, lo que podría representar un peligro para cualquier lanzadera o satélite en órbita. A una velocidad de 17.000 kilómetros por hora, incluso un pequeño perno se puede pegar un transbordador espacial con el impacto de una granada de mano.









Los satélites meteorológicos: una cooperación fundamental.

El primer satélite artificial se lanzó al espacio en 1957 y enseguida se reveló la enorme utilidad meteorológica de la observación de los sistemas nubosos desde el espacio. A medida que se han ido perfeccionando los instrumentos a bordo de los satélites sus observaciones no sólo han servido para vigilar la evolución general de la atmósfera sino como medidas efectivas de temperatura, humedad, contenido de gases y otros parámetros que han permitido suplir en buena parte la carencia de observaciones desde tierra.
Poner en órbita y mantener satélites de observación no sólo es complicado técnicamente sino enormemente costoso. Como ejemplo, la contribución española a los satélites europeos que supone el 6% del gasto total y se paga con cargo al presupuesto del INM, alcanza unos 4.000 millones de pts., casi la tercera parte de dicho presupuesto.. Por ese motivo los sistemas de satélites específicamente meteorológicos actualmente operativos se reducen a los de Estados Unidos, Rusia, Japón y los de EUMETSAT, una agencia conjunta de 19 países europeos. Sin embargo sus datos se usan por los servicios meteorológicos de todo el mundo y muchas otras instituciones y usuarios.




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